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La Cámara de Apelación y Garantías de Bahía Blanca ratificó la condena a un policía de Coronel Dorrego que, a mediados de 2016, cometió apremios ilegales y lesiones a un joven que había sido detenido por atentado y resistencia a la autoridad.
Se trata de Germán Ezequiel Barrionuevo, quien había sido condenado a 3 años de prisión en suspenso -e inhabilitación especial- por los citados delitos, junto con su colega Ezequiel David Talou.
El defensor oficial de Barrionuevo, Carlos Carnevale, había planteado el rechazo a la condena dispuesta por el juez en lo Correccional Nº 1, Gabriel Giuliani, por entender que la prueba existente en su contra no era suficiente para sentenciarlo y que ningún tetsigo lo había
mencionado como uno de los golpeadores de la víctima M.G.Sin embargo, la Sala I de la Cámara (votos de los doctores Gustavo Barbieri y Natalia Giombi, en calidad de subrogante).
«La prueba reunida resulta suficiente para justificar la condena impuesta», remarcaron los camaristas.
En primer lugar aclararon que la valoración de los testigos es potestad del juez (Giuliani en este caso) que las recibió en «audiencia oral, pública, contradictoria e initerrumpida» y que la revisión es un tanto dificultosa atento los límites que se generan y máxime cuando la defensa no aportó constancias en actas o grabaciones de audio y/o video de esas declaraciones.
«Es que en el juicio oral y público las manifestaciones quedan reservadas a quien recibe la prueba, salvo que se demuestren absurdo o arbitrariedad valorativa o se aporten medios suficientes como para llegar a esa conclusión o arribar a una solución distinta», dijo la Cámara.
M.G. había sido detenido en julio de 2016, cuando la policía dorreguense llegó a un domicilio donde el joven de 28 años supuestamente había intentado ingresar de manera ilegal.
La Policía logró reducirlo y trasladarlo a la comisaría, aunque en ese proceso lo habrían golpeado con armas y puños, además de patadas en el cuerpo cuando se encontraba en el juicio.
Las lesiones le provocaron cortes en la cabeza y el rostro y disminución visual, entre otras afectaciones.
Las declaraciones
En su testimonio ante el juez, la víctima confirmó que los policías lo agredieron tanto adentro como afuera de la casa y que lo esposaron después de darle un golpe en la cabeza.
Dijo que fueron tres uniformados -entre ellos Talou y Barrionuevo- quienes le dieron un culatazo con un arma y un golpe en el ojo mientras se encontraba en el piso, esposado y arrodillado.
Al realizar un reconocimiento fotográfico (Barrionuevo se negó a participar físicamente), M.G. lo identificó y ratificó que fue quien «me pegó afuera, en la vía pública, cuando yo estaba tirado en la calle y me pateó en la zona de las costillas».
La pareja del agredido confirmó que le seguían pegando en el piso aunque ya estaba reducido.
Un testigo ratificó que «en un momento veo que sacan de dentro de la casa, esposado con las manos hacia atrás (…), le venían pegando con los puños y culatazos con la escopeta».
«Conjunto de prueba»
La Cámara Penal aclaró que si bien en el veredicto se dejó constancia que quien pegaba principalmente era Talou «esa especificación -contrariamente a lo que sostiene la defensa- no debe necesariamente interpretarse como excluyendo, sin más, al resto de los policías».
E insistió con que M.G. recalcó que quienes lo golpeaban eran «Talou y Barrionuevo».
«De la reconstrucción efectuada se observa que no se cuenta solamente con los medios que fueran incorporadas por lectura, como sostuvo el recurrente, sino con un conjunto de prueba diverso, conformado por elementos producidos en el debate y en el instrucción, que resultan, a su vez, suficientes» para probar la responsabilidad de Barrionuevo en el delito.
De esa manera, los jueces de alzada confirmaron la condena y extendieron copia de lo resuelto a la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense. (Fuente La Nueva.). (01-03-25).
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