POR NANCY PAZOS / NOTA PUBLICADA EN INFOBAE
No fue el triunfo de nadie. Fue la derrota de todos. No fue la culpa de uno. Fue la irresponsabilidad de muchos. Que después de 38 años de democracia, y en medio de una de las mayores crisis económico financiera de la historia del país, el Congreso no pueda ponerse de acuerdo en la llamada Ley de Leyes es producto de una actual clase política cortoplacista, egoísta y alejada de la realidad. No es sólo dejar sin Presupuesto al Gobierno. Es dejar paria a la sociedad que los votó a unos para gobernar, a otros para ser oposición y a todos para sacar este país adelante. Es decretar la muerte de la política.
El día después a ese bochorno institucional cada sector cuenta la historia a su manera. Para unos, el discurso de Máximo Kirchner pulverizó los puentes. Para otros, el bloque de Juntos por el Cambio iba a usar cualquier excusa para no votar el Presupuesto porque los sectores dialoguistas no lograban puertas adentro imponerse a los más duros.
“Usaron la excusa de la provocación como los violadores culpan a la