"Todo es como una misteriosa guitarra en la llanura traduciendo el misterio de la tierra,el cansancio del hombre,la paz del surcón. Díganle a Dorrego mi amistad, mi recuerdo, mi invariable simpatía. Viejo pueblo con el escribano y su pluma,el labrador y su semilla,el tendero y sus trapos, el escribiente bostezando entre número y número. Pero todo es Dorrego, con sus oficios y sus callamientos. "Y ha de crecer Dorrego mientras todo arrimen su natural fatiga y tengan tiempo para oír un galope, para escuchar el viento para sentir que alguno dice por todos ellos la vieja copla,el rezo antiguo de un pedazo de Pampa. "Habrá siempre alguien que apague tarde su lámpara ordenando sentires populares, cosas que allí pasaron, asuntos que se vivieron y parecían perdidos entre los ruidos de hoy. "Luz reclaman las almas de los hombres que trabajan,luz habrá que darles como esperando que todo amanezca de nuevo sumándose a lo eterno. "Luz tiene la amistad,la buena convivencia, la conducta, la copla, el libro y la plática final de los vecinos. "Eso deben heredar los niños poco a poco mientras los hombres se van yendo como se fueron los indios,como se fueron los gauchos, pero desparramando antes la sagrada herencia que anida en los paisanos. Dorrego puede hacer eso, puede vivirlo y transmitirlo generosamente porque atesora tradiciones ejemplares".
Atahualpa Yupanqui
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